miércoles, 20 de julio de 2016

Yo soy el centro de nuestras vidas
un instrumento imprescindible
―más peso que privilegio―
Madre siempre lo ha dicho
que la mujer es el corazón de la familia
El hogar en el hogar
Yo la contradecía
y ahora...

Alrededor de mí orbitáis
todos vosotros
Me necesitáis tanto
y a tantos niveles
que nunca ceso
nunca me recojo

Esto es otra clase de amor
grande, telúrico, invencible
Se expande con ramas y raíces
que se enredan en mis brazos y mis pies
Me atrapan, tiran de mí
Me cuesta caminar, moverme

Pesa
todo pesa

Impotente
siento crecer la amargura
Esa que he visto tantas veces
en otras tantas mujeres
atrapadas, cercadas, ocupadas
en todo menos en ellas


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