La ceguera refrigera las entrañas.
La lucidez abrasa la conciencia.
Por algo recomiendan no volar muy cerca del sol...
viernes, 21 de mayo de 2010
martes, 11 de mayo de 2010
En mi sueño espero sola, desvalida, en una fría esquina de una fría ciudad.
En mi sueño llueve y hace viento, y mi ropa es suave y grácil, como seda.
En mi sueño llevo el pelo suelto y el aire lo revuelve ante mi cara.
En mi sueño estoy llorando, y eso sí que nunca pasaría en la realidad.
Como en las peores películas y en las mejores novelas, en mi sueño te espero, y tú llegas tarde, pero apareces.
En mi sueño, tú me miras con tus bellísimos ojos, me secas las lágrimas y la lluvia de la cara, y tu mirada me hace sentir calidez, ternura y la nostalgia de lo imposible.
Mi sueño acaba ahí, en tu mirada, en tus manos.
Te he esperado, has llegado y nada más puede pasar, en mi sueño.
En mi sueño llueve y hace viento, y mi ropa es suave y grácil, como seda.
En mi sueño llevo el pelo suelto y el aire lo revuelve ante mi cara.
En mi sueño estoy llorando, y eso sí que nunca pasaría en la realidad.
Como en las peores películas y en las mejores novelas, en mi sueño te espero, y tú llegas tarde, pero apareces.
En mi sueño, tú me miras con tus bellísimos ojos, me secas las lágrimas y la lluvia de la cara, y tu mirada me hace sentir calidez, ternura y la nostalgia de lo imposible.
Mi sueño acaba ahí, en tu mirada, en tus manos.
Te he esperado, has llegado y nada más puede pasar, en mi sueño.
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