martes, 11 de mayo de 2010

En mi sueño espero sola, desvalida, en una fría esquina de una fría ciudad.
En mi sueño llueve y hace viento, y mi ropa es suave y grácil, como seda.
En mi sueño llevo el pelo suelto y el aire lo revuelve ante mi cara.
En mi sueño estoy llorando, y eso sí que nunca pasaría en la realidad.
Como en las peores películas y en las mejores novelas, en mi sueño te espero, y tú llegas tarde, pero apareces.
En mi sueño, tú me miras con tus bellísimos ojos, me secas las lágrimas y la lluvia de la cara, y tu mirada me hace sentir calidez, ternura y la nostalgia de lo imposible.
Mi sueño acaba ahí, en tu mirada, en tus manos.
Te he esperado, has llegado y nada más puede pasar, en mi sueño.

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